De las antiguas bodegas de Marsala a los viñedos suspendidos sobre el mar de Pantelleria; del valle de Belice a la llanura de Vittoria y hasta las laderas del Etna: la excelencia de Donnafugata en el corazón de Sicilia.
En el corazón de Sicilia occidental, en Marsala, llega Donnafugata, una de las bodegas más consolidadas y reconocibles del panorama vinícola italiano. Su nombre evoca literatura, historia y sugerencias mediterráneas, pero sobre todo es sinónimo de calidad, innovación y respeto por la tierra.
La idea partió de Gabriella Rallo, una mujer visionaria que en los años 80, con valentía y sensibilidad, decidió revolucionar la viticultura siciliana apostando por un modelo de producción orientado a la excelencia, la sostenibilidad y la valorización del patrimonio cultural de la isla. Junto con su marido Giacomo, descendiente de una familia de viticultores durante generaciones, Gabriella sentó las bases de un proyecto que marcó la pauta.
Hoy, la empresa está dirigida por los hijos José y Antonio Rallo, que han recogido el testigo y continúan la visión de sus padres con pasión y pericia, sin dejar de innovar y respetando la tradición.
Marsala: la cuna del proyecto
Las históricas bodegas de Marsala representan el corazón palpitante de la bodega. Aquí, en las evocadoras salas de piedra toba del siglo XIX, es donde se vinifican y envejecen los vinos tintos en barricas. Las bodegas no son sólo un lugar de producción, sino también un punto de encuentro para el público, con catas y visitas guiadas que llevan a los visitantes en un viaje sensorial a través de los aromas, la historia y la cultura.
Pantelleria: el milagro de una viticultura heroica
A más de 100 kilómetros de la costa siciliana, en la isla de Pantelleria, Donnafugata cultiva Zibibbo según los principios de la viticultura heroica. Las cepas de matorral pantelariano, reconocidas como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, se cultivan en pequeñas cuencas excavadas a mano para protegerlas del viento. Es aquí donde se produce el famoso Ben Ryéuno de los vinos passito más premiados y apreciados del mundo, fruto de una vendimia estrictamente manual y de una sabiduría ancestral custodiada con respeto.
Contessa Entellina: la finca de la biodiversidad
En el interior de Sicilia occidental, entre colinas onduladas y un clima mediterráneo, la finca Contessa Entellina es uno de los principales centros de producción de Donnafugata, donde empezó todo. Los viñedos se extienden por terrenos diversos, que confieren a los vinos complejidad y riqueza. De estas colinas proceden etiquetas emblemáticas como el Las mil y una nochesun rojo intenso y seductor, y el Chiaranda, elegante Chardonnay siciliano. No podemos dejar de mencionar el Tancredi, una mezcla de Cabernet Sauvignon, Nero d'Avola, Tannat y otras variedades. Las uvas se vendimian a mano y se seleccionan cuidadosamente.
Vittoria: viticultura ecológica para una gran DOCG
Situada en el sureste de Sicilia, en ella se produce el Floramundi, un Cerasuolo di Vittoria DOCG que combina la intensidad del Nero d'Avola con la frescura del Frappato. La finca Vittoria se distingue por su viticultura ecológica y la ligereza de sus tintos, que también son perfectos servidos fríos
Etna: el rostro volcánico de la elegancia
En las laderas del Etna, Donnafugata ha aceptado el reto de la viticultura de altura, donde el suelo volcánico, el clima de montaña y la elevada amplitud térmica dan lugar a vinos de sorprendente frescura y mineralidad. Entre ellos se encuentra elIsolanoel vino blanco Etna DOC resultante de la colaboración con Dolce&Gabbana, y el En el volcán REDun Nerello Mascalese refinado que cuenta la esencia del territorio Etneano.
La gama de vinos: un viaje por los terruños sicilianos
Donnafugata produce una amplia gama de vinos blancos, tintos, rosados y dulces que interpretan los distintos territorios sicilianos con autenticidad y estilo. Cada botella es reconocible también por sus artísticas etiquetas, inspiradas en el universo femenino, la literatura y la belleza mediterránea, ilustradas por Stefano Vitale.
Una identidad fuerte, un alma siciliana
Donnafugata no es sólo una bodega: es un proyecto cultural que cuenta la historia de Sicilia a través del vino. El vínculo con el arte, la música, la sostenibilidad y la valorización del paisaje lo convierten en un modelo virtuoso de iniciativa empresarial vitivinícola. El objetivo es claro: producir vinos de calidad que emocionen y lleven el alma de una isla compleja, intensa y extraordinariamente bella.
Donnafugata es, en definitiva, una huida hacia la belleza. Y todo comenzó a partir de la visión de una mujer, Gabriella.
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La histórica bodega siciliana Donnafugata celebra el lanzamiento de la nueva serie de Netflix El Leopardo con una botella de edición especial de su icónico tinto: Las mil y una noches 2021 - Edición especial de Netflix. Un homenaje a la cultura, la historia y la estética de Sicilia, diseñado para acompañar visual y sensorialmente la historia basada en la famosa novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
Una etiqueta barroca para un vino de coleccionista
La botella se distingue por una etiqueta exclusiva, ricamente decorada con elementos barrocos que recuerdan el ambiente aristocrático de la serie. Detalles dorados, azules y ornamentales inspirados en los palacios nobiliarios sicilianos enmarcan un vino que habla tanto de la isla como las imágenes de la pantalla.
El vino: elegancia e intensidad
En Las mil y una noches 2021 es una mezcla de Nero d'Avola, Syrah e Petit Verdotenvejecido durante doce meses en barricas de roble francés. El resultado es un tinto de gran estructura, envolvente y complejo, con notas de fruta negra, pimienta blanca, regaliz y especias dulces. Un vino diseñado para durar, perfecto para momentos de recogimiento o grandes ocasiones.
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